Manuela Mesa ha impartido una conferencia sobre la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad y la Construcción de Paz en el contexto actual en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural- ETSIAMN y el Institut de Desenvolupament Local (IIDL) de la Universidad de Valencia . Se han abordado algunos conceptos básicos relacionados con el concepto de paz, violencia y transformación de conflictos desde un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género. Esta conferencia forma parte de un programa de Educación para la Ciudadanía Global de la organización CONI[1], que va dirigido a estudiantes universitarios, que combina un conjunto de sesiones teóricas sobre la Agenda 2030 con el diseño de acciones prácticas para promover el cambio social. Se complementa con una exposición fotográfica que se ha realizado con la fotógrafa Teresa Ordás, que parte del concepto de “Paísojos” que muestra la mirada de las mujeres de Guatemala a partir del reflejo del país en sus retinas. Puedes verlo en Instagram: https://www.instagram.com/paisojos/ y en www.paisojos.com
Il Sud Globale non é solo un’espressione geografica. É una coalizione intersezzionale che include anche gli attori individuali e collettivi della societá civile che si trovano nel Nord Globale. In quest’articolo esploriamo il modo in cui, dinnanzi all’ingiustizia del genocidio che si stá producendo ai danni del popolo palestinese di Gaza, gli attori statali e di societá civile di un nuovo Sud Globale ricorrono ad azzioni di litigio giudiziario strategico, invocando l’applicazione del diritto internazionale, ed in particolare della Convenzione per la Prevenzione e la Repressione del Delitto di Genocidio, per prevenire e non solo per castigare post facto il crimine dei crimini. Queste azzioni rivendicano il valore strategico del diritto internazionale como pilastro essenziale di un futuro ordine mondiale di pace e giustizia globale, e con ció sfidano la “dottrina dell’inviolabilitá della politica estera” tramite la quale certi governi nazionali, soprattutto nel Nord Globale, cercano de isolare la propria politica estera dai controlli e dai contrappesi dello Stato di diritto e della revisione giudiziaria della legalitá.
Global South is not only a geographic expression. It is an intersectional coalition that encompasses individual and group actors of the civil society physically located in the Global North. In this article we explore ways in which, confronted with the injustice of the unfolding genocide of the Palestinian people of Gaza, State and civil society actors of a new shaping Global South develop strategic jurisdictional litigation actions, invoking the enforcement of international law, and particularly the Convention on the Prevention and Punishment of the Crime of Genocide, to prevent and not only punish post facto the crime of crimes. These actions reclaim the strategic value of international law as an essential pillar for a future world order of global peace and justice, and challenge the “policy doctrine” through which certain national governments attempt, especially in the Global North, to insulate their foreign policy from the checks and balances of the rule of law and the jurisdictional oversight of legality.
Maurizio Montipo Spagnoli, investigador de DEMOSPAZ, ha redatado este artículo sobre las vías jurisdiccionales internacionales y nacionales que el sur global y la sociedad civil buscan para prevenir y sancionar el riesgo de genocidio en Gaza.
El Sur Global no es sólo una expresión geográfica. Es una coalición interseccional que también involucra a actores individuales y colectivos de la sociedad civil ubicados físicamente en el Norte Global. En este artículo exploramos las formas en que, ante la injusticia del genocidio que viene produciéndose contra el pueblo palestino de Gaza, los actores estatales y de la sociedad civil de un nuevo Sur Global desarrollan acciones de litigio jurisdiccional estratégico, invocando la aplicación del derecho internacional, y en particular la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, para prevenir y no sólo castigar post facto el crimen de los crímenes. Estas acciones reivindican el valor estratégico del derecho internacional como pilar esencial por un futuro orden mundial de paz y justicia global, y desafían la «doctrina de la inviolabilidad de la política exterior» a través de la cual ciertos gobiernos nacionales, especialmente en el Norte Global, intentan aislar su política exterior de los controles y contrapesas del Estado de derecho y del control jurisdiccional de la legalidad.
En una demanda[1] presentada ante la Corte Internacional de Justicia[2], la República de Sudáfrica acusa el Estado de Israel de 8 graves violaciones de la Convención de Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948[3](Convención) cometidas durante la ofensiva militar aérea, terrestre y marítima[4] que está conduciendo contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza (Territorio Palestino ocupado). Sudáfrica condena inequívocamente las violaciones del derecho internacional cometidas en Israel por grupos armados palestinos el 7 de octubre de 2023,[5] pero sostiene que estas no pueden justificar la violación de la Convención ni jurídica ni moralmente. La primera vista oral[6] se ha tenido el 11 de enero (alegaciones orales del demandante) y la segunda se tendrá hoy 12 de enero 2024 (alegaciones orales del demandado). Antes del veredicto final, Sudáfrica solicita 9 medidas cautelares urgentes para proteger el pueblo palestino de una pérdida inminente e irreparable de sus derechos de protección contra el crimen de genocidio. La demanda dedica una amplia sección y ofrece numerosas pruebas documentales acerca de las expresiones de intención genocida contra el pueblo palestino por parte de funcionarios del Estado israelí. Sostiene: “Las pruebas de la intención específica de los funcionarios del Estado israelí (‘dolus specialis’) de cometer y persistir en cometer actos genocidas o de no prevenirlos han sido significativas y manifiestas desde octubre de 2023. Esas declaraciones de intenciones, cuando se combinan con el nivel de asesinatos, las mutilaciones, los desplazamientos y la destrucción sobre el terreno, junto con el asedio, son prueba de un genocidio en desarrollo y continuo”.
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